jueves, 23 de septiembre de 2010

El inicio.

En la anterior entrada os he hablado de lo más nuevo en cuanto a las cámaras, las digitales y réflex, pero para llegar a esto la fotografía ha tenido que pasar por una rigurosa evolución. Desde el primer fotógrafo, Joseph-Nicéphore Niécep que en 1826 utilizó la primera cámara, construida en madera por Charles y Vicent Chevaleir. Aunque a esto se le considera el inicio de la fotografía, la cámara obscura fue muy anterior.
Si observáis fotos de generaciones anteriores a la nuestra, de nuestros abuelos o bisabuelos, se puede ver cuan diferentes son de las de hoy en día. Pues imaginaros con las primeras cámaras. Las familias, normalmente reunidas al completo, posaban durante horas hasta finalmente obtener la foto. Incluso estas a veces eran retocadas a mano, con pintura. No fue hasta el año 1850, con Frederick Scott Archer, cuando se redujo el tiempo de exposición.
Finalmente en el siglo XIX se crearon muchos tipos nuevos de cámaras, como aquellas para observar imágenes en relieve, y  la llamada cámara estereoscópica, que tenía dos objetivos según los cuales podías obtener dos imágenes de un mismo objeto muy similares, desde unos puntos de vista muy cercanos.
Y así como podeis ver, para llegar a las cámaras que utilizamos actualmente, han pasado varios siglos de evolución. Quien diría que algo tan simple, que todas las familias tienen y que vienen  incluso incrustadas en los móviles han venido de aquel instrumento tan complejo creado en 1826 por Charles y Vicent Chevaleir en la maravillosa ciudad de Paris.

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