Supongo que al igual que a mi os gustará inmortalizar cada momento importante con una foto y mantenerlos a lo largo de toda la vida, esa es la razón por la cual llevo siempre conmigo mi cámara digital. Hace años que se pusieron de moda y no es de extrañar, se pueden ver las fotos hechas sin ningún problema y pasarlas al ordenador, desde donde puedes modificarlas. Ya no existe esa incomodidad de tener que revelarlas obligatoriamente para poder verlas, ahora es mucho más sencillo.
Las cámaras, con el avance de la tecnología cada vez son más completas, con una mayor cantidad de mega píxeles y con más zoom. Son pequeñas y sencillas de utilizar, con múltiples funciones: macro, modo noche etc. Y no sólo eso, si no que también puedes ajustar su color, contraste, brillo…
Pero ninguna cámara digital puede compararse a una réflex. Éstas suelen ser las cámaras preferidas por los fotógrafos aficionados y profesionales ya que permiten un control casi absoluto sobre cada uno de sus elementos y parámetros y disponen de multitud de accesorios intercambiables para distintos propósitos. Tienen un visor réflex que permite ver exactamente lo que se ve a través del objetivo, objetivos intercambiables, fotómetro o exposímetro incorporado y un control de enfoque manual.
Asi que para terminar, sin lugar a duda si teneís que escoger ¡quedaros con una cámara réflex!
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